APOYO INCONDICIONAL

Puede que nuestro hijo sienta que la casa es un ambiente seguro donde puede y debe expresarse con libertad o puede que no. Sea cual sea el caso, el hecho de abrirse y compartir con tu familia la orientación sexual o la identidad de género cuando ésta se sale de lo “normativo” no es una tarea fácil. Cuando tu identidad de género se corresponde con tu sexo de nacimiento o cuando tu orientación es heterosexual, nadie espera de ti una conversación en la cual lo confirmes, ya que es lo que damos por hecho tradicionalmente.

Sin embargo, cuando no es así, la persona siente la necesidad de expresar que no se identifica con lo “normativo” y ser aceptado así, tal y como es. Aunque visto desde fuera podamos creer que este tema no nos genera ninguna controversia, la cosa puede cambiar cuando es tu hijo o hija quien “da el paso”, ya que puede darnos miedo la situación o la incertidumbre. A día de hoy seguimos oyendo frases como “si mi hijo fuese gay yo lo querría igual” o “no lo esperaba, no se le nota nada”. Este tipo de frases desvelan que realmente no lo tenemos normalizado o que en el fondo tenemos aun muchos prejuicios. ¿Por qué decimos “lo querría igual”, como si fuese algo negativo? o ¿por qué pensamos que una persona homosexual tiene que tener ciertas características físicas que lo difieren de los demás?

Aun nos queda mucho por aprender para no caer en estos pequeños comportamientos y comentarios ciertamente discriminatorios que tratan de hacer ver que estamos familiarizados con la causa, pero que aun demuestran la influencia cultural tradicional.

Por tanto, ¿cómo puedo ayudar a mi hijo o hija (o cualquier otro adolescente de mi entorno) si decide contarme que su identidad o su orientación sexual es “diferente” a lo que tradicionalmente se espera de él o ella?

  1. Antes de nada, debemos tener en cuenta que antes de este momento ha ocurrido un proceso de aceptación más o menos difícil, según la situación, en la cual se habrá sentido diferente durante muchos momentos de su infancia y que no es una mala noticia. Si lo vivimos así, debemos cuestionarnos si realmente debemos revisar nuestros estereotipos al respecto.
  2. Verbalizarle, en primer lugar, que la conversación es un espacio seguro, donde va a poder expresarse y vas a escuchar todo lo que tiene que decir sin esperar que se le juzgue.
  3. No pedir explicaciones muy detalladas si vemos que no esta seguro/a de cómo se siente o de cómo definirse, ya que puede sentirse presionado/a.
  4. Mostrarse abierto a apoyarle en todo anticipando si lo creemos conveniente, que nada de lo que hagamos va a ir con la intención de juzgar o inhibir su identidad, y que si lo cometemos será fruto del desconocimiento, creando un espacio de aprendizaje mutuo donde también nosotros nos esforzamos por entender y aprender.
  5. Desmontar cualquier miedo que pueda tener a ser rechazado/a o a decepcionar tus expectativas, mostrando que tu amor es incondicional y no depende de su identidad en este aspecto.
  6. Evita pensar en el qué dirán y evita cualquier muestra de rechazo o miedo en este momento, por pequeña que sea.
  7. Muéstrate abierto/a a apoyarle si necesita tu ayuda para contárselo a otro miembro de la familia y hazle ver que estas a su lado.
  8. Sobre todo, escucha todo lo que tiene que decirte antes de hablar y anímale a expresar dudas y emociones en tu presencia haciendo ver que no hay motivo para cambiar el trato que recibe por tu parte.

Si a pesar de estos consejos, crees que te faltan herramientas para mostrar apoyo sin emitir prejuicios, trata de buscar información al respecto, aclara todas tus dudas implicándote en su proceso de descubrimiento personal, trabaja tus prejuicios y tus habilidades de comunicación. En todo esto un profesional de la psicología puede ayudarte si lo necesitas.

Escarlata Patier Llop

Psicóloga general sanitaria col. nº: M-34027

By | 2021-07-10T09:45:32+00:00 julio 10th, 2021|Blog|0 Comments

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