LAS OTRAS VÍCTIMAS DEL INCESTO

El incesto es definido como la “Relación carnal entre parientes dentro de los grados en que está prohibido el matrimonio” .

Desgraciadamente, cada vez son más los casos en lo que se evidencian muestras de incesto o abusos sexuales infantiles dentro del ámbito familiar. Este tipo de conductas abusivas tardan en eclosionar puesto que, son llevadas a cabo con la máxima sutileza y secretismo por parte del agresor. Ello provoca que el daño se convierta en crónico y paliar las secuelas en las víctimas lleve tiempo y sufrimiento.  Un sufrimiento que, en primer lugar, padecen los menores que han tenido que vivir este hecho tan traumático. El daño tarda en ser reparado puesto que el vínculo que mantienen con el agresor es fuerte, siendo éste, en un alto porcentaje de casos, el progenitor masculino. Pero existe, también, otra víctima que es la pareja del agresor. Supone un doble sufrimiento y costosa elaboración del duelo. Por un lado ha de asimilar el daño provocado a su propio hijo. Y por otro, la ruptura abrupta de la relación de pareja, motivada por unos acontecimientos aberrantes y jamás imaginados cuando decidieron formar una familia con esa persona.

En casos como estos nos encontramos ante madres inicialmente incrédulas, paralizadas, con sentimientos de culpabilidad e indefensión y con una fuerte confusión y daño emocional.

Junto a todo lo anteriormente citado, en ocasiones pueden percibir un rechazo social e incluso familiar, que aumenta su sentimiento de soledad para hacer frente a la recuperación de sus hijos.

Otro de los aspectos que han de tenerse en cuenta en este tipo de delitos, es la falta de rapidez del sistema judicial, que prolonga en el tiempo la posibilidad de poner los medios necesarios para la recuperación de las víctimas, de los agresores, si la hubiera, y de estas víctimas secundarias de las que hablamos.

Es importante que seamos conscientes de la ayuda y apoyos que también necesitan estas madres. Puesto que ellas serán las que tengan que sacar todas sus fuerzas para que las secuelas en sus hijos sean las menores posibles, y les hagan recuperar la infancia que les robaron.

 

Natalia Ortega de Pablo.    Psicólogo colegiado número: M-18017

2017-10-25T21:21:50+00:00

Leave A Comment