Afrontamiento emocional de familias con pacientes ingresados por coronavirus

Durante la pandemia a algunos nos ha tocado lidiar con el ingreso de algún familiar, desde luego una sensación que no se la desearíamos a nadie.

Durante los ingresos de familiares o amigos nos invaden pensamientos repetitivos, en su mayoría negativos, que son fuente de la ansiedad. Esa ansiedad viene de la incertidumbre de no poder visitarles, no poder hablar con los médicos tanto como nos gustaría sobre el estado de su salud, tampoco sabemos realmente la evolución del virus y de cómo puede afectar a nuestros seres queridos.

Cuando cursamos con sintomatología ansiosa, hay ciertos aspectos que no podemos controlar, pero es importante trabajar en los que SÍ podemos.  Estos aspectos os los vamos a relatar a continuación.

  1. Hablar sobre las emociones¸ es necesario ponerle nombre a lo que sentimos y hablar sobre ello, esto nos ayuda a mitigar la intensidad de la emoción.
  2. Validar las emociones, tendemos a rechazar emociones que consideramos negativas como el dolor o la tristeza. Cando estamos en terapia escuchamos con mucha frecuencia que no es bueno llorar o que llorar es de débiles, pues bien, la realidad dista mucho de esos pensamientos. Llorar nos ayuda a desahogarnos y nos ayuda a sentirnos mejor, cuando escuchamos frases como “no llores” le quitamos valor y le damos una connotación negativa. Es importante que durante este proceso respetemos a los que necesitan llorar y les brindemos nuestro apoyo.
  3. Apoyarse en los seres queridos (familiares y/o amigos), sentirnos arropados por los que queremos nos aporta bienestar. Durante esta situación, tenemos una falsa sensación de que al contarlo se hace real y puede tener consecuencias negativas para nuestro ser querido. Esto sumado a la percepción que tenemos de que los demás no van a querer acercarse a nosotros por tener un familiar enfermo, hace que no queramos contarlo. Sentir el apoyo de los que nos quiere es imprescindible.
  4. Aplazar pensamientos negativos y repetitivos, esto no significa que los ignoremos, ya los contemplaremos en otro momento. Estar enganchado a este tipo de pensamientos únicamente aumenta nuestro malestar, debemos aprender que hay aspectos que no podemos controlar y no dependen de nosotros mismos.
  5. Intentar evitar redes sociales, noticias y demás plataformas donde aparece información sobre el virus. La sobreinformación lo único que hace es generarnos más ansiedad, lo importante ahora es tu ser querido, busca información sobre su estado a través de los medios sanitarios a tu alcance.
  6. Si quieres información sobre el virus hazlo a través de sanitarios cualificados. Tener información veraz sobre el virus reduce la incertidumbre.
  7. Gestiona expectativas en relación con proceso de enfermedad. Para ello pídele la información a los sanitarios que se encargan de su cuidado. Las expectativas inadecuadas perjudican nuestro bienestar psicológico.
  8. Las rutinas nos ayudan a mantener nuestra mente ocupada, de esta manera reducimos el malestar. La inactividad física y mental será perjudicial.
  9. Ejercicios de respiración, meditación o rezos, buscar la manejar más adecuada para nosotros para mantener cierta calma favorecerá nuestro afrontamiento ante la situación actual.
  10. Solicita ayuda de un profesional cualificado. Si no sabes cómo manejar la situación y no sabes cómo aplicar las pautas previas busca ayuda de un profesional cualificado para hacerle frente.

 

Rocío Perera Romero

Psicóloga Sanitaria col. nº M-32356

By | 2020-04-09T12:27:41+00:00 abril 9th, 2020|Blog, Noticias de interés general|0 Comments

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