RESILIENCIA: SOBREPONERSE AL DAÑO EMOCIONA

Muchos son los testimonios de personas que han confesado haber sido víctimas de abusos en su infancia por parte de una persona muy cercana a su entorno. En algunos de estos casos, relatan cómo pudieron escapar de esta situación y del infierno al que eran sometidos psicológica y físicamente de manera continua por parte del agresor, el cual les robó parte de su infancia y juventud.

Pues bien, este podría ser un claro ejemplo de una cualidad que desarrollan algunas de las víctimas que han pasado por sucesos traumáticos  en un período de su vida. Nos estamos refiriendo al termino “resiliencia psíquica”, que es el resultado de múltiples procesos que contrarrestan las situaciones nocivas, se trata de una dinámica en la cual se podrían señalar las siguientes etapas que se pueden ir dando en la vida de la persona dañada como son, la defensa y protección, el equilibrio que enfrenta a la tensión, el compromiso y desafío, la superación, la valoración, la positividad de sí mismo, la responsabilización y la creatividad. Si estas estrategias de afrontamiento se van cimentando y construyendo de manera paulatina, con la ayuda de un entorno que genere seguridad y protección, sin estigmas sociales, podremos ver el resultado de una persona capaz de superar un trauma.

Así, el modelo de aquellas personas que lograron superar esa situación, ha de ayudarnos a ver más allá del daño, a creer que la vida nos depara mucho más, que está llena de cosas positivas y que no hemos de quedarnos anclados en el dolor padecido. Por todo ello, es importante que desde todos los ámbitos relevantes para el menor, que ha sido dañado física o emocionalmente, se trabaje con ellos desde esta perspectiva positiva, que no podremos borrar los recuerdos que le hirieron, pero sí contribuir a que descubra todo lo que tiene que aportar a la vida, lo que tiene por descubrir y aprender, y que su afán de superación no decaiga nunca.

Agradecer a todas aquellas personas que son capaces de sacar a la luz un suceso como éste y sirven como modelo para todos aquellos que han sido dañados. El estigma social que aún implica este tipo de acontecimientos, no contribuye a que las víctimas normalicen sus vidas. Ayudémosles a descubrir lo maravilloso que tiene la vida.

 

Natalia Ortega de Pablo.    Psicólogo colegiado número: M-18017

2017-10-25T21:21:36+00:00

Leave A Comment