Pareja 2022-10-10T13:37:18+00:00

¡Encauza tu vida sentimental y de pareja!

¿Os cuesta entenderos? ¿Discutís por cualquier cosa? ¿Cada vez encuentras menos cosas que te gusten en él/ella? ¿Has sufrido una infidelidad? ¿Desconfías de tu pareja?

No existe la relación perfecta y los problemas de pareja son más habituales de lo que pensamos.

¿Cuál es la razón? La pareja es uno de los contextos más importantes en que nos relacionamos y en ella obtenemos afecto, comprensión y apoyo. Por ello, sus desavenencias y desajustes son una importante fuente de estrés y malestar emocional, que podemos superar con la obtención de ayuda externa.

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Entendemos por lo que estás pasando. Hemos tratado más 500 casos en 18 años, con una tasa de éxito del 80%. Contacta con Activa y en 10 semanas te sentirás mejor.

Con una evaluación personalizada, y una terapia basada en la evidencia, te proporcionaremos las habilidades necesarias para afrontar eficazmente los conflictos de pareja y las dificultades derivadas de la relación.

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1- Infidelidad

¿Has descubierto que tu pareja te ha sido infiel?, ¿dudas de que tu relación haya sido una farsa?, ¿no puedes evitar desconfiar de lo que dice y hace ahora?, ¿necesitas perdonar y no sabes cómo hacerlo?

Infidelidad en las relaciones amorosas o eróticas – tanto monógamas como poliamorosas – se produce cuando uno de sus miembros incumple el pacto o compromiso que limita el número de personas involucradas en esa relación, teniendo una relación afectiva o sexual con una tercera persona sin el consentimiento de la pareja habitual. Puede ser, por tanto, sexual, cuando la infidelidad implica un comportamiento erótico (contacto físico), sexting (flirteo a través de canales digitales), o emocional, (comportamiento infiel es afectivo).

Aproximadamente el 31% de la población adulta española reconoce haberle sido infiel a su pareja, siendo algo superior en varones (36%) que en mujeres (27%). Aunque sus causas son múltiples, las más habituales son la insatisfacción dentro de la pareja (sexual, afectiva, social, intelectual, …), ciertas características de personalidad y atravesar crisis vitales personales, que pueden conducir al aburrimiento, soledad, hastío, desenamoramiento, baja autoestima, y a la relación con una tercera persona como forma de satisfacción sustitutiva.

La infidelidad ocasiona una grave pérdida de confianza en la pareja, siendo la primera causa de separación y estando asociada a intensos sentimientos de culpabilidad, ansiedad, depresión e ira. En los casos en que la pareja se plantee el objetivo de la reconciliación, puede ser necesaria la intervención psicológica (en pareja y, en ocasiones, individual) para ayudar a alcanzar el perdón, la recuperación de la confianza, y la subsanación de las deficiencias o conflictos previos en la relación de pareja.

En la evaluación nos ocupamos de realizar durante 2-3 sesiones, mediante entrevistas en pareja e individuales, una recogida de información completa sobre:

A) Características de la interacción de la pareja (comunicación, conflicto, calidez emocional, …) previas y posteriores a la infidelidad.

B) Contexto externo a la relación (trabajo, relaciones sociales, familia de origen y política)

C) Características personales del miembro que ha cometido la infidelidad (satisfacción y compromiso en la relación de pareja, …)

D) Características personales del miembro que ha sufrido la infidelidad y consecuencias psicológicas (malestar en la cercanía emocional, en las relaciones íntimas, …)

El tratamiento psicológico requiere como condición indispensable la ruptura completa de la relación con la persona con quien se ha cometido la infidelidad. Nuestro tratamiento parte de la terapia cognitivo-conductual y consta de los siguientes pasos que se van trabajando en un promedio de 20-30 sesiones:

1) Conocimiento y análisis de la infidelidad ocurrida: exponer con sinceridad los hechos y detalles que necesite conocer el miembro que ha sufrido la infidelidad (evitando información morbosa)

2) Pedir perdón: reconocer el daño causado, expresarlo y aceptar la pérdida de confianza.

3) Si se quiere perdonar: reconocer el daño sufrido, expresar las emociones asociadas y desconfianza, elegir la opción de perdonar.

4) La reconciliación: en el caso en que se decida perdonar, reconstruir la confianza en la pareja sobre la base del compromiso en los valores compartidos y en la mejora de la comunicación e intimidad.

Aproximadamente, cerca del 80-85% de las parejas encontraron una resolución aceptable para avanzar tras casos de infidelidad, siendo un 70-75% las parejas que decidieron perdonar y continuar.

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2. Problemas de comunicación

¿Te enfadas porque tu pareja no acierta con lo que esperas y necesitas de ella?, ¿crees que no se interesa lo suficiente por ti?, ¿después de una discusión o enfado pasáis días sin hablaros?, ¿vuestras conversaciones están repletas de órdenes, recordatorios y reproches?

La comunicación es la base de nuestras relaciones interpersonales en todos los ámbitos (familia, amistades, trabajo, comunidad, … y, por supuesto, la pareja). Es imposible no comunicarnos cuando estamos interactuando con otra persona (ya lo hacemos, aunque estemos en silencio). Comunicamos opiniones, apetencias, sentimientos, intereses, objetivos, que nos permiten llegar a acuerdos, solucionar problemas y satisfacer necesidades. Esta importante habilidad verbal llega a ser un instrumento tan necesario para sintonizar nuestras interacciones, coordinarnos y resolver problemas complejos, que nos define como especie.

La otra cara de la moneda la constituyen los errores y malentendidos en la comunicación, que hacen que el mensaje se distorsione, no se transmita con precisión y generen conflictos innecesarios. En la relación de pareja los problemas de comunicación suelen estar presentes en casi la totalidad de sus problemas: desacuerdos o conflictos relacionados con el afecto, la sexualidad, el tiempo libre, las relaciones familiares, los hijos, el hogar, la economía doméstica, el trabajo, … Puede ocurrir que las necesidades o intereses de cada miembro de la pareja no se transmitan o se haga de una manera inadecuada: por un déficit, exceso o contradicción entre los componentes verbales y no verbales del mensaje.

En la evaluación recogemos mediante entrevista clínica conjunta con la pareja, 2-3 sesiones, información relativa a la:

A) Historia de la relación de pareja

B) Características actuales de la comunicación de pareja y evolución desde el inicio de la relación: expresión de necesidades y peticiones, emisión y recepción de críticas, gestión de conflictos, toma de decisiones.

C) Temas y ámbitos conflictivos

D) Creencias sobre la pareja y errores en la interpretación del mensaje

El tratamiento psicológico que seguimos está basado en la terapia cognitivo-conductual, suele realizarse en 10-15 sesiones, e incluye estos pasos:

1) Psicoeducación sobre mitos y errores en la comunicación de pareja.

2) Modelado del terapeuta de las habilidades comunicacionales básicas y avanzadas de pareja.

3) Moldeamiento de las habilidades comunicaciones de la pareja dentro de la sesión, ensayando con contenidos neutros y temas progresivamente más conflictivos.

4) Ensayo en situaciones naturales de la vida cotidiana.

Alrededor del 75% de las parejas mejoraron significativamente sus problemas de comunicación en las 10 primeras sesiones de terapia, logrando mejorar sustancialmente la calidad de su relación de pareja y manteniendo los resultados, al menos, durante los siguientes 4 años.

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3. Rupturas sentimentales, abandonos y separaciones

En muchos aspectos la ruptura sentimental o de pareja puede equipararse al fallecimiento de un ser querido, ocasionando la vivencia del duelo. Como proceso de readaptación emocional a la pérdida, se van atravesando varias fases (negación, ira, depresión, aceptación) y acometiendo diferentes tareas, encaminadas a alcanzar una adecuada desvinculación emocional de la pareja y un ajuste satisfactorio a las condiciones de vida actuales, permitiendo a la persona estar en disposición de volver a vincularse sentimentalmente en un futuro.

Las rupturas y separaciones de pareja se suelen considerar como uno de sus miembros o de ambos. Incluso en el ámbito profesional suele tomarse como indicador del fracaso de la terapia individual o de pareja. Sin embargo, y sin menoscabo de los perjuicios que conlleva, en algunas circunstancias la ruptura de la relación de pareja podría considerarse como la mejor (o única) solución posible a problemas irresolubles: desenamoramiento, incompatibilidades en proyectos de vida, infidelidades que no pueden perdonarse, violencia física, psicológica y sexual, etc.  Como suele decirse en estos casos, es preferible una buena separación o divorcio, que un mal matrimonio.

Aunque las rupturas de pareja siempre son dolorosas (incluso cuando se deciden de mutuo acuerdo), en ocasiones este difícil proceso se vuelve tortuoso. La persona abandonada puede empezar a obsesionarse con las causas de la ruptura y con posibilidad del retorno de la relación, dándole vueltas sin parar a las explicaciones recibidas, tratando de reconstruir el puzle de la ruptura con piezas que faltan, buscando información de él/ella en redes sociales, mirando el estado de su WhatsApp, comparándose con su nueva pareja, … Todo ello puede llevarle a irse desentendiendo de otras relaciones sociales y familiares, cuyo apoyo necesita, así como a irse desimplicando de actividades valiosas y comprometidas con los intereses de la persona. Estas consecuencias pueden agravarse si con la ruptura y separación concurren dificultades por los cambios en el régimen de custodia de los hijos, deterioro en las relaciones familiares, incompatibilidades laborales y pérdida de estatus económico.

También puede ocurrir que un miembro de la pareja quiere dejar la relación y no se atreve a hacerlo por miedo a causarle dolor a quien ha sido su compañero/a durante tanto tiempo. La culpabilidad, la vergüenza por la opinión de los demás, el miedo al rechazo del entorno social compartido por la pareja, la baja tolerancia a las expresiones de malestar emocional, son experiencias emocionales muy intensas que pueden bloquear la decisión, inhibir la comunicación de ésta y, en definitiva, contribuir a ir deteriorando cada vez más la relación de pareja.

Estos son algunos ejemplos de las nuevas adicciones comportamentales o sociales, que han ido proliferando en los últimos años, en parte favorecidas por el desarrollo de Internet y las nuevas tecnologías de la comunicación: dispositivos móviles, redes sociales, Internet, juegos online, pornografía, sexo, trabajo, inversiones bursátiles (Bolsa), comida, compras, ejercicio físico y deporte, … Afectan, aproximadamente, al 3-6% de la población española, siendo mucho más frecuentes entre los 15-34 años y en varones.

Serían comportamientos y actividades cotidianos que se realizan de forma descontrolada, durante más tiempo o en momentos no planeados, y que conllevan el descuido de otras actividades importantes en la vida de la persona (relaciones sociales, familiares, obligaciones, …). Aunque no participe ninguna sustancia o droga, como en el caso de las adicciones tradicionales, las manifestaciones son muy similares y también implica la activación del circuito del refuerzo en las mismas regiones cerebrales.

La evaluación de estos problemas la realizamos en 2-3 sesiones, mediante entrevista clínica, buscando conocer la siguiente información:

A) Historia y características de la relación de pareja

B) Análisis de las posibles causas de la ruptura/separación

C) Afrontamiento de pérdidas, rupturas y separaciones anteriores

D) Identificar recursos y fortalezas personales actuales

Para el tratamiento psicológico de las rupturas sentimentales, abandonos y separaciones, seguimos la terapia cognitivo-conductual y la propuesta terapéutica de Worden para el duelo. La duración habitual oscila entre las 15-25 sesiones y sigue estos pasos:

1) Aceptar la realidad de la ruptura/separación

2) Favorecer la expresión de emociones y el dolor por la ruptura/separación

3) Adaptarse a un nuevo estilo de vida sin la pareja

4) Recolocar emocionalmente a la expareja y seguir viviendo

Entre el 80-85% de las personas que se vieron impactadas por un cambio drástico en su relación, lograron las herramientas necesarias para poder convivir con la nueva situación, tanto de forma individual ante una ruptura no deseada, como cuando eran ambos miembros de la pareja quienes necesitaban los recursos personales para hacerlo de forma consensuada y organizada. En ambos casos lograron superar el duelo sin complicaciones y enfocar satisfactoriamente sus nuevas vidas.

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4. Celos

¿Sueles pensar con frecuencia que tu pareja te es infiel o se siente atraída por otras personas?, ¿eres incapaz de controlar tus celos?, ¿interrogas o espías a tu pareja?, ¿los celos amenazan la continuidad de la relación?

Los celos son una emoción normal que todos experimentamos en alguna ocasión cuando tememos perder el trato preferencial de una persona con la que mantenemos una relación especial o afectiva, en beneficio de un tercero. Ocurre entre hermanos, amigos, compañeros de trabajo y, por supuesto, en las relaciones de pareja. No suponen un problema en tanto que no produzca sufrimiento en quien los tiene o quien los recibe, puesto que están dirigidos a evitar que la persona querida se distancie y se debilite la relación. Sin embargo, cuando los celos están infundados, se vuelven obsesivos, hacen vivir en la amenaza constante de sufrir una infidelidad, o coartan la libertad e intimidad de la pareja, constituyen un problema psicológico que conviene tratar.

No parece haber diferencias en el porcentaje de hombres y mujeres que sufren celos, aunque sí en la manera de manifestarlos, siendo más externalizante en el caso de ellos (conductas de comprobación y agresivas), y más internalizantes en ellas (conductas depresivas y autorreproches). Algunas características personales pueden hacer más probable su aparición, como son la inseguridad y dependencia emocional, la desconfianza, la baja autoestima, y el déficit de habilidades sociales.

Los celos suelen aparecer como pensamientos sobre la posibilidad de que la pareja pueda conocer a alguien que despierte su interés o con quien le sea infiel. Se acompañan de emociones como la ansiedad y la ira, que llevan a que se realicen controles y comprobaciones: interrogatorios, llamadas recurrentes, seguimientos o acceso no consentido a dispositivos móviles o correo electrónico. Estos comportamientos proporcionan un alivio pasajero si no encuentran confirmación de la sospecha, hasta que irrumpe un nuevo pensamiento de duda sobre la fidelidad de la pareja. Como consecuencia de todo ello, las discusiones, reproches, críticas y desconfianza van distanciando más a la pareja, produciendo en ocasiones el efecto de la profecía autocumplida.

Para su evaluación, que llevaría entre 1-2 sesiones, solemos utilizar la entrevista clínica. Nos interesa obtener información sobre:

A) Estado psicológico y de características de personalidad

B) Historia relacional en el ámbito familiar, social y de pareja

C) Conductas de comprobación y control sobre la pareja

D) Consecuencias psicológicas y en la relación de pareja

El tratamiento de elección que utilizamos es la terapia cognitivo-conductual, con una duración media de 10-20 sesiones. Incluye los siguientes componentes:

1) Psicoeducación sobre la función de los celos, origen y mantenimiento

2) Exposición con prevención de respuesta: afrontamiento de las situaciones en que aparecen los celos sin llevar a cabo los comportamientos de comprobación ni control indebidos

3) Desafío de la credibilidad de los pensamientos celosos

4) Mejora de la autoestima, seguridad personal y dependencia emocional

La eficacia del tratamiento se sitúa en torno al 75%, variando en función de los rasgos de personalidad del individuo, de las experiencias de abandono o infidelidad vividas en el pasado, y de las características actuales de la relación de pareja.

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5. Dependencia emocional y codependencia

¿Necesitas que tu pareja se ocupe de ti?, ¿te sientes incapaz de tomar decisiones sin su respaldo?, ¿te aterra la posibilidad de quedarte solo/a y no ser capaz de cuidar de ti mismo/a?, ¿necesitas ser imprescindible para tu pareja y que dependa de ti?

En la dependencia emocional la persona experimenta la necesidad exagerada de que su pareja esté presente en su vida y llene así el vacío que siente. Suele ocurrir en uno de los miembros de la pareja, siendo infrecuente que lo presenten ambos. Habitualmente se caracteriza por cumplir con algunos rasgos del estilo de personalidad dependiente: tienen enormes dificultades para tomar decisiones cotidianas si no se cuenta con el consejo de otras personas; problemas para expresar desacuerdo ante el temor de ser rechazado o abandonado; son capaces de hacer cualquier cosa para obtener la aprobación de los demás; gran incomodidad o incapacidad para estar solos porque temen no poder cuidar de sí mismos.

Existe otra faceta de la dependencia en la relación de pareja: la codependencia. Sería un estilo relacional en el que la persona “depende” de ayudar y cubrir las necesidades de la pareja de forma excesiva, hasta el punto de que sacrifica su bienestar personal, al margen de las consecuencias. Es decir, “dependen” de crear una dependencia de su pareja hacia ellos/as. Se sienten responsables de los sentimientos de su pareja; hacen constantemente sacrificios para cubrir las necesidades de la pareja; cuando la pareja no acepta o valora la ayuda, el codependiente se siente utilizado y maltratado; utilizan frecuentemente el chantaje o la manipulación emocional a través de la culpabilidad.

Realizamos la evaluación en 2-3 sesiones mediante entrevista clínica individual y/o conjunta en pareja, en la que la que recogemos información sobre:

A) Historia de la relación de pareja actual y de relaciones pasadas

B) Estilo de interacción en las relaciones interpersonales

C) Relación con la familia de origen e historia familiar

D) Autoconcepto, autoestima, habilidades sociales y miedo a la soledad

Para el tratamiento psicológico de la dependencia y codependencia emocional seguimos una terapia cognitivo-conductual que, a lo largo de unas 15-25 sesiones, pasa por los siguientes aspectos:

1) Entrenamiento en habilidades comunicativas, sociales y asertivas

2) Fomentar hábitos de autocuidado y autonomía.

3) Entrenamiento de la regulación emocional

4) Fortalecimiento de la autoestima y reconstrucción de la identidad personal.

La mejoría en los problemas de dependencia y codependencia puede alcanzar hasta el 70-75% en las personas que sufren estas dificultades.

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